Teniendo en cuenta que la opción de oscurecer la sala no era viable, se barajaron varias opciones. La primera, sustituir el proyector por uno con más potencia y la segunda, instalar un videowall.
En este caso la sustitución del proyector por uno más potente, aunque fuera la solución más económica no habría llegado a dar el resultado esperado. Por lo tanto, el cliente se decidió por la opción de un Videowall, dando una imagen de tamaño 2,45 metros por 1,37 metros.